martes, 15 de noviembre de 2011

Estar contigo.

Quiero decirte algo, y no, no te lo pregunto, te lo afirmo. 
Voy a estar contigo, ¿por qué? Porque me enamoraste, no, no sé cuánto ni cuándo, pero lo hiciste.
No puedo aguantarte la mirada, pero no me canso de mirarte. No puedo estar un día sin hablar contigo, pero a la vez me gusta echarte de menos, y que cuando hablemos me digas que tú también me has echado de menos. Cuando hablo de ti, o cuando pienso en ti, se me acelera el corazón, y me dan ganas de besarte pero no, no puedo, aún no.
Me gustaría estar tumbada al lado tuyo, me pasaría noches y noches observando cómo duermes, observando tu belleza, observando tus labios y que me fuera difícil no besarte solo para no despertarte porque sino no podría seguirte mirando, oh, eso sería lo mejor del mundo, algo que no me perdería por nada.
Quisiera entrar en nuestro bar favorito, pedir ese café que tanto te gusta y quitártelo, solo para que tú intentes enfadarte conmigo y no puedas, y que sea entonces, cuando me de cuenta, de que cada día te quiero más.