jueves, 29 de septiembre de 2011

Nada es igual, nada es igual, nada es igual, nada es igual, nada es igual, nada es igual, nada es igual, nada es igual, nada es igual, nada es igual, nada es igual, nada es igual, nada es igual, nada es igual, nada es igual, nada es igual, nada es igual, nada es igual... No paro de escuchar esto en mi cabeza, ¿quieres saber el por qué? No tengo respuesta, solo sé que todo ha cambiado, es como si me hubiera congelado, y cuando me descongelé, vi que nada era y es igual.
Que nadie es la misma persona que hace un mes, o dos. Ni yo tampoco lo soy.
Debería armarme de valor, y decir las cosas a la cara, y rápido, pero es que soy persona, y me da pena hacerlo así.
Poco a poco, tiempo al tiempo, ojo por ojo.


Lau.

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